¡Qué inmensa desgarradura la de mi vida en el todo, para estar con todo yo en cada cosa; y para dejar de estar con todo yo en cada cosa!
JRJ
La palabra
La palabra…el profesor habla, y se explica, y los alumnos le oyen, no leen un correo, oír al profesor es muy importante, la fuerza de la palabra
El Brujo
Fuerza mágica
No siempre podemos decir qué es lo que nos mantiene encerrados, lo que nos confina, lo que parece enterrarnos, y sin embargo sentimos ciertas barreras, ciertas rejas, ciertos muros. ¿Es todo ello imaginación, fantasía?… Podemos creerlo, o no. Y entonces nos preguntamos: ¿va a durar mucho, va a durar siempre, va a durar toda la eternidad? ¿Y sabes qué es lo que no libera de esa cautividad? Un afecto muy profundo y muy serio. Ser hermanos, ser amigos, el amor, eso es lo que abre las puertas de la cárcel gracias a una fuerza mágica.» (Vicent Van Gogh, Carta a su hermano Theo, julio de 1880)
a quiet pasion
y Dios – en cada Puerta –
Emily Dickinson
Cómo llenarte, soledad
Tú, verdad solitaria, transparente pasión, mi soledad de siempre, eres inmenso abrazo; el sol, el mar, la oscuridad, la estepa, el hombre y su deseo, la airada muchedumbre, ¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día; en ti, mi soledad, los amo ahora.Luis Cernuda
En los libros
Te oigo tropezar en los libros que leo
Ives Bonnefoy
De paso
I’m only passing through
a veces feliz a veces triste, me alegro haber topado contigo
Dile a la gente que me has visto pasar
Leonard Cohen
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Misterio de la vida
El presente parece siempre menos solemne que el pasado. / Qué torpemente vivimos / el misterio de la vida.
Cesare Zavattini
Pulso herido
el pulso herido que ronda las cosas del otro lado.
Federico García Lorca
ramito de violetas
Quien cada nueve de noviembre, como siempre y sin tarjeta, le dejaba un ramito de violetas.
Cecilia
Te quiero
Te quiero…
Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas,/y va rompiendo sombras/ y alcanzando tu imagen/desde el punto inocente donde soy yerba y trino.
Julia de Burgos
Ermitaño
La vida del ermitaño tiene que ser muy simple…Nunca me siento aburrido, miro el mismo paisaje y siempre me parece diferente…No tengo televisión ni teléfono ni internet. No quiero perder la paz interior… Quien ha probado esta vida no quiere otra. No renunciaría ni siquiera a cambio de la mayor de las fortunas”, indica el ermitaño, el colombiano Darío Escobar lleva 16 años como eremita del santuario de Hauqa (Líbano)
