Zarandear el sistema

les invito a ser creativos en favor de los migrantes, tenemos que apoyar iniciativas antisistema, hacer travesuras para transgredir los muros y las barreras. Luchemos contra lo que no puede ser normal y humano, lo que es ‘anti nosotros’”. “Se trata de una cuestión compleja porque es sistémica, azuzada por el sistema capitalista y por una decadencia moral y espiritual”.

Alejandro Solalinde

 

Tú, mi indecible

“¡Oh Tú, el más allá de todo! / No hay palabra que te exprese ni espíritu que te comprenda. / Todos los seres te celebran. / El deseo universal, el gemido de todos, suspira por ti. / Todo cuanto existe te ora, / y hasta ti eleva un himno de silencio / todo ser capaz de leer tu universo. Eres todos y no eres nadie. / Ni eres un ser solo ni el conjunto de todos ellos. / ¿Cómo puedo llamarte, si tienes todos los nombres? / ¡Oh Tú, el único a quien no se puede nombrar!”

San Gregorio Nacianceno

Novelas de amor

No acostumbro a leer novelas de amor, pero uno de mis libros favoritos es El amor en tiempos del cólera, de GGM. Otro es El Esclavo, de Isaac Bashevis Singer. Son novelas de amor, extraordinarias novelas de amor entre viejos o seres completamente distintos. Aunque como todos lo slibros grandiosos, no tratan solo del amor, sino del mundo y de la naturaleza humana; la vejez, la pobreza, el alma.

Verónica Murguía

 

Mi amado

Mi Amado, las montañas, la música del agua que fluye de los manantiales y corre veloz por las acequias, los valles y vergeles, los ríos rumorosos que van a encontrarse con el mar, las manzanas que rompen en la aurora y los frutos del tiempo, tan dulces a mi boca. Sus besos que licuan la miel de las colmenas y me ofrecen jalea real, sus diminutos pies como peces que atrapo sin cesar y se escabullen, moviéndose en el agua; sus manos como ramos de jacintos, sus ojos almendrados de gacela que trisca, ligera, en la sabana… Y la dulce vaguada de su vientre, donde a veces reposa mi cabeza, mientras trenza primorosamente con sus dedos mis cabellos ensortijados. Mi amado conoce mis secretos y yo conozco los suyos. Él es para mí, como yo soy para él y los dos somos uno.

José Antonio Sáez