«Es por esto que, hoy más que nunca, la persona necesita ir al desierto, es decir, “hacer silencio en su interior”, para descubrir la tremenda paradoja de que, en esta “soledad callada”, se encuentra una Presencia-Comunión, que genera una maravillosa fertilidad, fruto del impulso creador del Amor»
Un comentario en «Desierto I»
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Hola que tal gracias por tu aportación.Muy importante y atener en cuenta.Hay que hacer desierto,hacer silencio,buscar lugares lo más tranquilos posibles para orar a Dios y meditar.
Cuidate.
Un saludo-