Mi amor y mi esperanza

Esta Buena Noticia se ha encendido como una llama nueva en la noche, en la noche de un mundo que enfrentaba ya desafíos cruciales y que ahora se encuentra abrumado por la pandemia, que somete a nuestra gran familia humana a una dura prueba. En esta noche resuena la voz de la Iglesia: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!» (Secuencia pascual).

Es otro “contagio”, que se transmite de corazón a corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia. Es el contagio de la esperanza: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!». No se trata de una fórmula mágica que hace desaparecer los problemas. No, no es eso la resurrección de Cristo, sino la victoria del amor sobre la raíz del mal, una victoria que no “pasa por encima” del sufrimiento y la muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo, transformando el mal en bien, signo distintivo del poder de Dios.

El Resucitado no es otro que el Crucificado. Lleva en su cuerpo glorioso las llagas indelebles, heridas que se convierten en lumbreras de esperanza. A Él dirigimos nuestra mirada para que sane las heridas de la humanidad desolada.

Francisco, Bendición Urbi et orbe, Pascua 2020

 

Un comentario en «Mi amor y mi esperanza»

  1. Señor bendice mi hogar que ningún virus enfermedad entre a mi casa cuida a cada integrante de mi familia a mis hijos mc, km, rr mis nietos dc y ca a mi esposo a mi madre a mis hermanos a mi a mis vecinos en general toda mi familia te ruego que ya no haya mas contagiados no haya mas muertos da sabiduría a todos los científicos para q encuentren la vacuna para esta enfermedad xfavor escucha la voz conq a ti clamo permite padre amoroso conservar la salud y q toda mi familia estemos completos yo confío en ti señor q el virus ya no será letal y desaparecerá. Bendice a los profesionales de la salud a los policías y a las personas ha quedarse en casa gracias yo siempre t staré agradecida. Amén

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