nostalgia

Pocos escritores han contado mejor que Waler Benjamin la dulzura de ver por la ventana la nieve cayendo, y las ventanas iluminadas de noche al otro lado de la calle, con la claridad del gas, o las luces encendidas en los árboles de Navidad. Pero esa dulzura juvenil pronto se vuelve tristeza: el niño se aleja de la ventana «con el corazón tan afligido como solo lo aflige la cercanía de una felicidad segura»

Antonio Muñoz Molina