Hagía Sigé, Hagía Sophía

Santo silencio y santa sabiduría. El silencio es sabiduría y la sabiduría es silencio, en la locura de la santidad; locura de aquellos  y aquellas cuyo corazón está prendado de Dios, cuyo espíritu está llamado sin cesar a aventurars3e más allá de los límites de la razón, llamado a pensar más allá y mucho más de lo que pueda pensar; locura de los que escuchan un misterioso clamor en el silencio de Dios, según la hermosa expresión de san Ignacio de Antioquía.

Sylvie Germain

Más que silencio

porque no obligamos al silencio a venir y establecerse; lo único que podemos hacer es ponernos en condiciones de recibirlo, en un estado de disponibilidad y de hospitalidad interior, lo cual requiere mucha atención y perseverancia, y sobre todo humildad; humildad que consiste en una tarea interior de salir de nosotros mismos; de vaciarnos largamente de nuestro yo; de aligerar enormemente nuestro espíritu, que tiene que desembarazarse de lo que le sobra, y de nuestros sentidos que tienen que depurarse y agudizarse a la vez. El silencio, para venir  desplegarse,  necesita espacio, un vasto y tranquilo espacio interior….

Sylvie Germain

Disponibilidad

Lo primero que tiene que hacer todo artista es tener el estado de disponibilidad que presupone un espacio vacío. El artista se hace vaciándose a sí mismo. […] Crear es generar un estado de disponibilidad, en el que la primera cosa creada es el vacío, un espacio vacío. Pues lo único que el artista acaso crea es el espacio de la creación. Y en el espacio de la creación no hay nada (para que algo pueda ser en él creado). La creación de la nada es el principio absoluto de toda creación

José Ángel Valente