Cooperación

Esta es la gran enseñanza de los cuentos populares: la total confianza en el otro, Dicen algunos investigadores que fue gracias a la capacidad de contar historias a la comunidad y de estimular con ello la confianza en el otro, como el ser humano consiguió la cooperación ( que significa trabajar con el otro) entre los individuos, porque el otro no era un enemigo a quien temer, sino alguien que podía ayudar.

Ana Cristina Herreros

Por amor a tu nombre

Oh Dios, que sacaste a tu siervo Abraham de la ciudad de Ur de los caldeos, guardándolo en todas sus peregrinaciones, y que fuiste el guía del pueblo hebreo a través del desierto; te pedimos que nos guardes a nosotros, siervos tuyos, que por amor a tu nombre, peregrinamos a Santiago de Compostela:

Se para nosotros
Compañero en la marcha
Guía en las encrucijadas
Aliento en el cansancio
Defensa en los peligros
Albergue en el camino
Sombra en el calor
Luz en la oscuridad
Consuelo en los desalientos
Y firmeza en nuestros propósitos

Para que, por tú guía, lleguemos sanos y salvos al término del camino, y enriquecidos de gracias y virtudes, volvamos ilesos a nuestras casas, llenos de saludable y perenne alegría.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Benditos

Benditos sean aquellos que crean en lo imposible. Benditos sean los que escuchan, los que miran, los que perdonan y los que aman. Benditos los que se asombran. Benditos los que creen en la belleza. Benditos los que buscan espejos enterrados en la arena. Benditos sean los deliciosos y los delicados. Benditos sean los felices.

Andrés Ibáñez,   El perfume del cardamomo.

 

Licor de la felicidad

Y aquél fue el final de los piratas de los siete colores, poseídos por el afán de la lectura purgan sus muchos pecados, y los ríos de sangre derramada, aprendiendo a comprender el misterio de la realidad y el insondable abismo del alma, temblando ante la Belleza que trae la comprensión y despertando en su interior las ramificaciones iridiadas de la Gran Lámpara del hombre de cinabrio. Y son felices, en efecto, son felices. ¿Por qué no había de ser posible purgar el karma de las malas acciones gustando de forma interminable el licor de la felicidad?

Andrés Ibáñez,   El perfume del cardamomo.