Asómbrate para ser humano
El ser humano ha sido moldeado por la capacidad de asombro ante la naturaleza, ante la vida, ante las demás; una capacidad de asombro que les ayuda a descubrir la realidad como algo maravilloso, extraño y admirable. “La gente debe de sentir que el mundo natural es importante y valioso, hermoso y maravilloso, asombroso y placentero.” (David Attenborough).
Tiempo de Navidad
Muéstrate, Señor, como en tiempo de Navidad, cuando te visitaron los pastores; que tu gloria se extienda como las flores y las ramas de los árboles. Todo el esplendor del sol, todo el cielo, las nubes, todo el verdor de los campos, la dulzura del canto de los pájaros no puede contener el todo. No podemos nunca apropiarnos del todo. Todas estas cosas proceden de tun centro de amor que es Dios mismo; todas estas cosas no son su plenitud, hablan del cielo pero no son el cielo; no son más que alguno rayos perdidos de su gloria…»
Beato John Henry Newman
2017
Embelesado VI
Embelesado que proclama en silencio la alegría del evangelio, que llega al corazón de los sencillos, de los pobres, de los que no tienen nada que perder, todo que ganar. No trae regalos, quizá porque ya se ha dado como regalo, sin ninguna pretensión, con su vivir, con su mirar a Jesús.
Tras el embelesado vienen muchos con sus presentes para el Niño. Ante las quejas de todos, porque no les deja pasar, tan fuera de sí que está, lo defiende la Virgen: «no los escuches, embelesado. Tú has venido a la tierra para admirar. Has cumplido tu misión y tendrás tu recompensa. El mundo será maravilloso mientras haya personas como tú, capaces de maravillarse ante el misterio.»
Embelesado V
El embelesado, que contempla el misterio de amor, no trae regalos. Quizá porque se siente regalado de poder contemplar en silencio. Quizá porque el mejor regalo es que se le alegre el corazón y se gocen sus entrañas, más que si abundaran en trigo y en vino, por el hecho de adorar al Niño. ¡Qué cosas, embelesado!, embebido en El que es la fuente, que mana del costado, aunque sea de noche. Embebido, embelesado, tras haber encontrado, como la cierva, corrientes de agua viva, que reflejan el rostro del amado, que llevo en las entrañas dibujado.
Embelesado IV
Embelesado III
Embelesado porque oye decir al Niño, sin palabras: «conviértete en Mí. Acércate y aléjate de Mí, que estoy infinitamente cerca y a la vez infinitamente lejos de ti.» «Oh tú que eres Yo«.
Le dice el embelesado a Dios con nosotros: «Tú eres todo y estás por todo y en todo y con todo. Te quiero todo para tenerlo todo y que todo esté en mí»
Embelesado II
El embelesado late ante el Niño: «cuando tú me mirabas tu gracia en mi tus ojos imprimían, por eso me adamabas y en eso merecían los míos adorar cuanto en ti vían«.
Embelesado, pues yéndolo mirando, en el pesebre, con sola su figura de Niño desnudo, ofrecido, vestido lo dejó de su hermosura. Embelesado, paloma herida que admira el misterio.
Embelesado I
Feliz Navidad
En los nacimientos provenzales hay siempre un curioso personaje llamado el embelesado.
Embelésate en esta Navidad, que te deseo muy feliz, junto al mejor regalo que puedes recibir: a Dios mismo, Emmanuel, el Salvador. Mira, admira y no te olvides de los pobres. Dales lo mejor que tengas, dales tu vida misma, tu vida don. ¡Feliz Navidad y llena de Dios!
Fortitudo
Fortitudo infirmatur,/ Parva fit immensitas;/ Liberator alligatur,/ Nascitur æternitas./ O quam mira perpetrasti/ Jesu propter hominem!/ Tam ardenter quem amasti/ Paradiso exulem.’ –
Ancient Latin Hymn
la Fortaleza débil, la Inmensidad pequeña, el Libertador prisionero, nace hoy la Eternidad. Jesús, mira lo que has hecho en favor de la humanidad. El paraíso exulta porque nos amaste con ardor.