Todas estas travesías llevan en definitiva a un palacio real, a una ciudad sobre la que brilla el sol, ante el trono de un rey…
Muchísimas veces (en los cuentos de los hermanos Grimm) son símbolos relacionados con el otro del yo profundo. Este sentido tenía también para los alquimistas medievales: no les interesaba fabricar oro por la pura materialidad del oro, desligado de lo espiritual. Se trataba de un camino religioso, pasando por transformaciones sucesivas hasta llegar al yo y al Ser absoluto»
Ana María Schlüter, El camino del despertar en los cuentos
De estirpe real
El cuento de Blancanieves empieza, como muchs vecces, describiendo la situación humana original, de principio: de estirpe real, de «noble origen», como diría Dürckheim; su padre, el rey, representa el cielo, el espíritu, el mundo esencial, y su madre, la reina, representa el mundo fenoménico. Así queda reflejado el propio ser humano.
Ana María Schlüter, El camino del despertar en los cuentos
Ilustración de Maurice Sendak para el cuento “Blancanieves”
del libro El enebro y otros cuentos de Grimm
El Rey interior
nuestro cuerpo físico es una ciudad. Nuestros ojos, orejas, nariz y lengua son las puertas. Hay cinco puertas exteriores, mientras que la puerta interior es la facultad de formar ideas. El espíritu es el suelo y nuestra naturaleza propia es el rey que habita el dominio del espíritu. Cuando el espíritu está en ella, el rey está en ella y nuestro cuerpo y nuestro espíritu existen. Cuando nuestra naturaleza propia no está en ella, no puede haber ya rey, y nuestro cuerpo y nuestro espíritu perecen.»
Eno
Eno, Sexto patriarca
Oración y reflexión
Trinidad
Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo en el que cuanto más busco, más encuentro, y cuanto más encuentro, más te busco. Tú sacias al alma de una manera en cierto modo insaciable, pues en tu insondable profundidad sacias al alma de tal forma que siempre queda hambrienta y sedienta de ti, Trinidad eterna, con el deseo ansioso de verte a ti, la luz, en tu misma luz.
Catalina de Siena
Oración y compasión
El monje con su oracion busca cambiar la conciencia del hombre, empezando por la propia, y así venir a ser el hombre nuevo, según Cristo. La persona cristiana es aquella que está totalmente abierta a las otras, porque en definitiva, las otras personas son Cristo. Es pasar de un amor egocéntrico a un amor centrado en el otro»
Thomas Merton
Oración del Abad
La oración es para mi como un viento suave que ayuda a respirar con profundidad. De manera especial me examino si con mi oración voy creciendo en ser más humano, Pues mi Maestro principal, que es Jesucristo, es un Dios que se hizo hombre. Es el verdadero y auténtico camino de humanidad»
José Alegre, Abda de Poblet
El Greco, La Sagrada Familia con Santa Ana, Hospital Tavera
Belleza III
En el amor crucificado, los discípulos se encuentran con el Amado y es dejan recoger por él…Cristo no es solamente la belleza y el bien: Cisto es la belleza que salva. Bello es conocerlo, bello es amarlo; bello es aquí, para nosotros, estar en la montaña contigo»
B.Forte
El Greco, Cristo Resucitado, Hospital Tavera
Belleza II
Belleza I
Espiritualidad e interioridad
La espiritualidad es un tema de lo más actual, porque trata acerca de poder vivir en nuestro tiempo sin evadir la realidad; cada uno conforme a su vocación, pero sacando de las aguas cristalinas del pozo lo más precioso, para poder vivir con intensidad y para poder irradiar a Cristo. A mi juicio, aparte del nombre que tenga, un cristiano debería llamarse siempre “Cristóbal”, “Cristóforo”, para ser alguien que lleva a Cristo a donde va, no como un adorno ni como algo exterior, sino como el centro de la propia vida.
Solemos caer en la creencia de que la espiritualidad corresponde a las prácticas de piedad (que son, en efecto, reflejos de lo que se vive). Así, caemos en el error de vivir una espiritualidad puramente intelectualista o puramente cerebral. He aquí que, después, el campo de los afectos lo dejamos como un campo minado, como un huerto minado donde nadie entra.
Puede que vivamos en una a-sintonía: por un lado está todo el “yo-cerebral”, con todas las ideas, mientras que nuestra afectividad se vive anárquicamente. Por eso no llegamos a “la roca del Ser” para basarnos, fundamentarnos, en aquello que cada uno tiene. Cada uno de nosotros tiene puntos fuertes donde se debe apoyarse para poder crecer. En esto consiste desarrollar la propia vida espiritual.
Cardenal Rodriguez Madariaga
Desafíos espirituales
Entre los desafíos modernos que tenemos para desarrollar nuestra vida espiritual está un nuevo modelo social que nos ha impuesto la globalización, una globalización reducida simplemente al mercado. Esa globalización está formando una nueva cultura que tiene la pretensión, también, de ser universal y consolidar una cultura de pensamiento único. Por ejemplo: el que no piensa como pienso yo, ya no es alguien sentado a la mesa para dialogar, sino un enemigo al que hay que eliminar.Tristemente, eso empobrece muchísimo al ser humano. Nos encontramos hoy en día con personas que rechazan la historia y que creen que la historia comienza con ellos y con todo aquello que les hace verse como “creadores”.
Cardenal Rodriguez Madariaga