sed de belleza

El bien es una dimensión grandiosa de la vida y muchas veces tratamos de vivir épicamente: lograr grandes cambios, salvar personas, incorporarnos a las grandes causas y transformaciones. La verdad es otra gran dimensión de nuestra vida: quién soy, qué es la vida, qué pienso, ser capaces de decirnos quién es tal o cuál persona para mí, transmitir, comunicar… En medio del bien y la verdad, la belleza a veces va de sus manos como una hermana pequeña. Casi parece prescindible o una ilustración en los lados de la página de la vida, como la banda sonora que acompaña la vida. Sin embargo, para vivir de verdad bien es esencial la belleza. La belleza no es algo del orden de la expresión, sino del conocimiento. La sed de belleza nos lleva a subir a la cumbre de cada cosa.

Fernando Vidal

 

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