Testimonio de una voluntaria en un campo de refugiados en Katsiskas, Grecia
En cuanto a cómo se sienten utilizaré una frase que me dijo un refugiado de 40 años que ayudaba como traductor en el campo: «Lo difícil no es mantenerse vivo, lo difícil es mantenerse humano». Personas con un oficio, con quehaceres, personas como tú y como yo, que de la noche a la mañana se encuentran sin nada, con un futuro incierto, sin poder avanzar y sin poder retroceder….
Inés Pan Montojo