Belleza interior

Contemplando la realidad, se puede admirar el orden que la sostiene, frente al caos. Esta es la tarea del filósofo, que encuentra su mejor ejemplo en la contemplación estética, así podemos sentir admiración ante un cielo repleto de estrellas, ante la belleza de una sonrisa, la complejidad del ojo humano o la maldad de una venganza. Aunque para descubrir esa belleza interior, no basta con mirar, además hay que saber mirar. Quizá sea esto una de las cosas, que diferencia a las personas de los animales, la capacidad para contemplar la belleza.

Mateo González Alonso

Donde el corazón te lleve

Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón.  Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.

Susana Tamaro, Donde el corazón te lleve

Púgil en reposo

Pero lo que hace tremendamente dramática esta escultura no son las heridas ni el cansancio, sino la apariencia de desánimo, de resignación  ante una derrota presentida; y, sobre todo, su certeza de que es un hombre de quien escapa la juventud…

Nunca he visto el vigor de un hombre fornido ecperimentgar tanta fragilidad de espíritu.

Javier Reverte, Un otoño romano