El silencio I

Hacer silencio es comenzar a relacionarnos, callar el monólogo interior. El silencio es tender una tienda para el encuentro. El silencio siempre es de alguien: siempre acoge un vínculo, Siempre es pronunciado por alguien: por el río, nuestras pulsaciones, la velocidad de las flores, el paso de una nube, la luz que penetra en el ciprés, el colchón de los amantes, una fotografía quieta, una palabra suspensa que no sabe cómo decir lo que tiene que saber, el viento que va haciendo arena de los ladrillos… 

 

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