-Miriàm, ¿sabes lo que es la gracia?
-No con precisión, contesté.
-No es una andadura atrayente, no es el porte elevado de algunas de nuestras mujeres más destacadas. Es la fuerza sobrehumana de afrontar el mundo solos sin esfuerzo, retarlo a duelo por entero sin despeinarnos tan siquiera. No es femenino, es una dote de profetas. Es un don y tú lo has recibido. Quien lo posee está emancipado de todo temor. Lo vi en ti la noche del encuentro y desde entonces lo llevas encima. Tú eres llena de gracia. A tu alrededor hay una barrera de gracia, una fortaleza. Tú la esparces, Miriàm, incluso sobre mí.
Eran de las palabras que se merecen abrazos. Permanecimos tumbados sin caricia alguna. Lo pensé un poco y contesté en broma.
-Tú estás enamorado perdido, Iosef.
En el nombre de la madre, Erri de Luca.
Un comentario en «Llena de Gracia»
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola que tal cuanta belleza en estas palabras y cuanto nos dicen,merece la pena,profundizarlas bien y sacarles jugo.
Gracias.
Un saludo.