Hacer la paz

Hacer la paz es un trabajo artesanal requiere pasión, paciencia, experiencia, tesón. Bienaventurados quienes siembran paz con sus acciones cotidianas, con actitudes y gestos de servicio, de fraternidad, de diálogo, de misericordia… Estos, sí, «serán llamados hijos de Dios», porque Dios siembra paz, siempre, en todas partes; en la plenitud de los tiempos ha sembrado en el mundo a su Hijo para que tuviésemos paz. Hacer la paz es un trabajo que se realiza cada día, paso a paso, sin cansarse jamás.
Francisco en Sarajevo
Sarajevo

A Elsa

al mes de tu muerte  encuentro este poema, in memoriam

Eres tan bella.
Casi traslúcida.
Aún corpórea, pero una materia
De la que solo ha quedado la luz
Dibujada sobre la almohada.
Una sombra de plata,
Incluso desde ahora sombra,
Empezabas a pertenecer
A otro mundo, a otro estado,
Incluso desde ahora,
Incluso desde antes

25 de septiembre de 2005
9-9.30 horas
Ana Blandiana

AZUL

 

Virtud

La sabiduría de los hombres honrados, por el contrario, consiste en evitar la ostentación y el fingimiento, en manifestar con las palabras su interior, en amar lo verdadero tal cual es, en evitar lo falso, en hacer el bien gratuitamente, en tolerar el mal de buena gana, antes que hacerlo; en no quererse vengar de las injurias, en tener como ganancia los ultrajes sufridos por causa de la justicia. Pero esta honradez es el hazmerreír, porque los sabios de este mundo consideran una tontería la virtud de la integridad.

San Gregorio Magno