Decena mariana

A mitad del mes de mayo, inesperadamente,  en un triduo que comenzó el trece de Mayo, nuestra Señora de Fátima, y que terminó ayer, se produce un encuentro con diez imágenes de María.

Seguro que María, en este mes de mayo, se encuentra también contigo.

ESPERANZA NUESTRA

Consolatrix aflictorum

 

es la imagen de tamaño natural que preside el jardín de la residencia para religiosos  que pasan por una situación muy delicada de salud. Siempre rodeada de flores. Como estas rosas blancas…. Esperanza nuestra, María. A Ti suspiramos cuando llega el final de la vida, cuando ya no queda ni el recurso a la memoria, y lo único que se puede es acercarse hasta Ti. Mientras mi vida alentare, todo mi amor para Ti, habrán cantado, a lo largo de su vida religiosa, estos hermanos nuestros.Cantos llenos de piedad, devoción sincera, emoción y profunda oferta de amor.

Salve Madre, en la tierra de mis amores, te saludan los cantos que alza el amor, reina de nuestras almas, flor de las flores, muestra aquí de tu gloria los resplandores.  

Nuestra Señora de Monserrat

 El quince de mayo suben hacia el camarín de la Moreneta dos señoras. La espera es larga, y durante todo el tiempo hasta llegar a la Virgen van musitando avemarías, de forma sencilla, orando sin interrupción. Les acompaña su hijo, un buen mozo, con un cesto de flores. Con flores a María, que madre nuestra es.

 La Virgen de la Merced

No es la imagen de la patrona de Barcelona sino de la iglesia de los mercedarios, en la frontera del barrio del Raval, donde conviven hoy en día lugareños y gente venida de múltiples países y culturas. Barrio chino, barrio de los gitanos, barrio que en los últimos años ha tratado de ser liberado de la prisión de la marginación. Volver los ojos a María, que sueña caminos, que está a la espera, que sabe que el Niño está muy cerca

 La Virgen de la Puerta

 Lo más inesperado es encontrar en una parroquia de Barcelona  la Virgen de la Puerta, patrona de la sierra de la Libertad, que tiene su santuario en la ciudad de Otuzco, (Perú). Hasta Otuzco, donde hay un centro misionero de los laicos marianistas, han ido en los últimos años unos cuantos religiosos y miembros de las fraternidades de España. Por la Virgen de la Puerta han entrado en un mundo de misión compartido. Y han recibido gracia tras gracia.

DULZURA

La de estas imágenes del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Momentos epifánicos de adoración.

Venid a mí los que me deseáis, y saciaros de mis frutos. Que mi recuerdo es más dulce que la miel, mi heredad más dulce que los panales (Eclesiástico 24)

VIDA

Por donde discurre la vida, ahí está María encontrándose con nosotros. En medio del bullicio callejero, donde se cruzan dos caminos

 En la puerta del colegio, donde llevan los alumnos y sus familias, espontáneamente, flores de amor.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza a Ti celestial princesa Virgen Sagrada Maria yo te ofrezco en este día alma vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes Madre mía.

 

 En la capilla, a donde se va a rezamos, ofreciendo a María nuestra vida, consagrándonos a ella

¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Ti; y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

 Todas las imágenes salieron al encuentro entre el 13 y el 15 de mayo, en Madrid, Barcelona y Monserrat. Con el móvil es muy fácil recogerlas. Ojalá se graben en el corazón.

 

 

 

 

 

Cristo el Bello VI

el camino de la belleza nos lleva a reconocer el Todo en el fragmento, el Infinito en lo finito, a Dios en la historia de la humanidad.

Simone Weil escribía al respecto: «En todo lo que suscita en nosotros el sentimiento puro y auténtico de la belleza está realmente la presencia de Dios. Existe casi una especie de encarnación de Dios en el mundo, cuyo signo es la belleza. Lo bello es la prueba experimental de que la encarnación es posible. Por esto todo arte de primer orden es, por su esencia, religioso». La afirmación de Hermann Hesse es todavía más icástica: «Arte significa: dentro de cada cosa mostrar a Dios»

Benedicto XVI

Maravillarse y aprender

En el manuscrito de un libro que me dan a leer
lo primero que veo es la siguente cita.

Cada cosa tiene su belleza,
pero no todos pueden verla.
(Confucio)

 

Cerámica arte griego

Y he recordado un artículo de Javier Gomá, Belleza sorpendida, en el que entre otra cosas escribe

Para mí, la quintaesencia de lo bello se compendia en la cerámica griega arcaica y clásica, ánforas y vasos de vientres tallados con idílicas figuras negras y rojas y usados para la modesta tarea de escanciar el vino mezclado con agua en los simposios. Si no hay utilidad sin belleza, tampoco encontramos allí belleza sin utilidad, ningún ornato rococó y superfluo: la poesía, la música, la arquitectura, el teatro, la retórica o la filosofía son actividades comunitarias y deben contribuir al éxito de una sociabilidad amable y buena. Aquí no rige el aut-aut romántico que te obliga a elegir entre lo bello y lo útil. Por el contrario, el ideal griego del kalos kai agathos aúna lo bello con lo bueno, lo justo, lo útil y lo santo.

Nada más bello que la belleza inconsciente de sí misma y sorprendida en su atractivo…

…como esta pareja de enamorados que han ido a rendirse junto al Peine del viento, en San Sebastian, ajenos incluso a la belleza de su amor, que lleva a plenitud el paisaje, entre el cielo y el mar.

 

Maravillarse y aprender de la belleza de las criaturas. Acercarse a la belleza del creador.

 

Cristo el Bello V

Gozaremos, por tanto, hermanos, de una visión que los ojos nunca contemplaron, que los oídos nunca oyeron, que la fantasía nunca imaginó: una visión que supera todas las bellezas terrenas, la del oro, la de la plata, la de los bosques y los campos, la del mar y el cielo, la del sol y la luna, la de las estrellas y los ángeles; la razón es la siguiente: que esta es la fuente de todas las demás bellezas»

San Agustín

Dos poetas y un salmo

Dos mujeres, dos seres habitados por el trascendente que abre sus sentidos a lo más profundo de lo real, que siempre está agazapado delante de nuestros ojos.

Dos poetas. Dos místicas. Dos enamoradas de la palabra.

Las dos en su huerto cerrado. Dos ciervas con sed de lo trascendente en sus vidas:

Como busca la cierva corrientes de agua así mi alma te busca a ti, Dios mío, tiene sed de Dio, del Dios vivo, ¿cómo entraré a ver el rostro de Dios? (Salmo 42)

Emily Dickinson  

 

Apenas salió de su jardín, de su casa en Amherst, y, excepto cinco poemas (tres de ellos publicados sin su firma y otro sin que la autora lo supiera), su ingente obra permaneció inédita y oculta hasta después de su muerte. Hoy todo el mundo la reconoce como una de las que ha hecho presente la Poesía en nuestra historia. Una grande.

Para ella a Dios le alcanzamos a través de la naturaleza, la naturaleza es un a Biblia abierta, desde donde nos llega la palabra:

El brillo del sol me habla esta mañana, y la afirmación de Pablo se vuelve real: “el peso de la Gloria”

“La suya era una escritura del interior concentrada en la gloria de lo pequeño, el misterio de lo cotidiano y la universalidad de los doméstico(….)Emily Dickinson encontraba una comunicación con lo absoluto no a través de las grandes ideas y creencias, si no desde una atenta interioridad que le permitía tener una percepción cuidada y abierta, capaz de captar en los más mínimos matices de los hechos y de las cosas algo que les daba sentido y les elevaba de lo inmanente del yo o de la naturaleza a un grado si no de trascendencia si de perplejidad.
Jaime Siles

Había muerto yo por la Belleza;
me cercaban silencio y soledad,
cuando dejaron cerca de mi huesa
a alguno que murió por la Verdad.

En el suave coloquio que entablamos,
vecinos en la lúgubre heredad,
me dijo y comprendí: Somos hermanos
una son la Belleza y la Verdad

Santa Teresa de Jesús

Nuestra santa andariega pasó casi treinta años en el monasterio de la Encarnación, de Avila, dedicada a la oración:

“que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”

Tanto amor recibido la impulsa a comenzar la reforma del Carmelo, las fundaciones.

Grande entre las poetas en castellano, mística, doctora de la Iglesia. Convencida de que está habitada por dentro por la presencia del mismo Jesús

Pues si cuando (Jesús) andaba en el mundo, de sólo tocar sus ropas sanaba a los enfermos, ¿qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe, y nos dará lo que pidamos, pues está en nuestra casa?

La Hermosura en ella. En ti y en mi. En la poesía.

¡Oh hermosura que excedéis
a todas las hermosuras!
Sin herir dolor hacéis,
y sin dolor deshacéis,
el amor de las criaturas.

Oh ñudo que así juntáis
dos cosas tan desiguales,
no sé por qué os desatáis,
pues atado fuerza dais
a tener por bien los males.

Juntáis quien no tiene ser
con el Ser que no se acaba;
sin acabar acabáis,
sin tener que amar amáis,
engrandecéis nuestra nada.

La músia cantada: el salmo

El arte y la vida no son dos cosas distintas sino una sola realidad

Benedicto XVI dijo estas frases al final del concierto que el viernes 20 de abril tuvo lugar en el aula Pablo VI, como regalo por su  85 cumpleaños. Interpretaron obras de Mendelssohn.

El arte como alabanza a Dios, Belleza suprema, está en la base de las composiciones de Mendelsohn, y esto no solo por lo que se refiere a la música litúrgica o sagrada, sino a toda su producción.

Podemos escuchar, de  Mendelssohn, el salmo 42 y hacerlo oración

Como busca la cierva corrientes de agua así mi alma te busca a ti, Dios mío, tiene sed de Dio, del Dios vivo, ¿cómo entraré a ver el rostro de Dios?

Cristo el Bello IV

 

El pastor bello

Juegan las traducciones con los conceptos de bueno y bello, en hebreo, latín y griego. Eso dicen los entendidos: ‘Santo’, ‘bueno’ y ‘bello’ son conceptos que se solicitan mutuamente. En Dios, como todos sus atributos, belleza y bondad se identifican.

El arca de las palabras, de La Palabra, se llena de sugerencias.

Tras la creación, vio Dios que todo era bello.

Yo soy el Pastor, el Bello.
La estética unida a la cristología, para el gozo de nuestra contemplación. Unido al bello adquiero belleza. Cristo, el pastor bello, que nos conduce hacia fuentes tranquilas de su belleza, que repara nuestras fuerzas con su bondad bella y verdadera.

Quiero perderme en el océano infinito de tu belleza, Señor. Quiero que mi vida se transforme por el asombro de contemplarte,  que el asombro se convierta en admiración, en  embriaguez, en  gozo indecible.

 

La belleza es clave del misterio y llamada a lo trascendente. Es una invitación a gustar la vida y a soñar el futuro. Por eso la belleza de las cosas creadas no puede saciar del todo y suscita esa arcana nostalgia de Dios que un enamorado de la belleza como san Agustín ha sabido interpretar de manera inigualable: «¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te amé!».

Beato Juan Pablo II  carta a los artistas,  Pascua de Resurrección de 1999.

John Rutter, The Lord is my Shepherd, Psalm 23

Puedes escuchar esta composición, dejar que se haga oración en ti…
«El Señor es mi pastor, nada me falta…»
The Lord is my shepherd, therefore can I lack nothing.
He shall feed me in a green pasture; and lead me forth beside the waters of comfort.
He shall convert my soul; and bring me forth in the paths of righteousness, for his Name’s sake.
Yea, though I walk through the valley of the shadow of death, I will fear no evil; for thou art with me; thy rod and thy staff comfort me.
Thou shalt prepare a table before me against them that trouble me; thou hast annointed my head with oil, and my cup shall be full.
But thy loving-kindness and mercy shall follow me all the days of my life; and I will dwell in the house of the Lord for ever.
http://youtu.be/s8LztTF5F80

Arquitectura, narración y evangelio

 

Arquitectura popular


Visito Quintanilla de los Oteros (León), tras depositar en la tierra a la madre de un religioso amigo. Me admira la sobriedad de cementerio, el pueblo semiabandonado, la arquitectura popular.
La iglesia se mantiene en pié. El techo se cayó, pero ha sido repuesto por los veraneantes asturianos, nuevos habitantes del pueblo. Algunas casas han sido arregladas, otras están en la ruina total.
Belleza de algunas edificaciones con toda la sabiduría de la arquitectura popular: el palomar, el granero…
Belleza de lo  más básico: el adobe; de lo más sencillo, lo más humilde, lo más real.


En la arquitectura popular, como  en el evangelio, existe  una implicación vital:
• se enraíza en la tierra y en el pueblo: se liga y dialoga con las tradiciones del entorno;
• predomina el sentido común en sus formas y planteamientos;
•  existe un escaso margen para la frivolidad o la fantasía;
• la obligada economía de medios materiales ejerce un efecto positivo al despojar a la arquitectura popular de casi todo aquello que no sea estrictamente necesario; sobriedad y elegancia como resultados habituales;
• sencillez profunda; soluciones de dentro a fuera;
• realización de una obra definitiva que será utilizada por su autor y seguramente pos sus descendientes: esta circunstancia elimina cualquier aspecto de provisionalidad;
• el esfuerzo personal que el hombre popular dedica a sus obras da lugar a que se establezca entre ambos una relación afectiva de incidencia positiva en el resultado final;
• la arquitectura popular es al propio tiempo una arquitectura de módulo familiar y de conjuntos: los conjuntos se forman por agregación de células lo que da por resultado una variedad y vivacidad

 

La parábola evangélica


Quien escucha estas palabras mías (Jesús se refiere al Sermón de la Montaña) y las pone en práctica se parece a uno que edificó sobre roca…
Comentarios a esta parábola en la comunidad de fe, en la fraternidad:
• Unos cimientos de roca,  como son los de Roblelacasa, (pueblo negro de Guadalajara), de nada sirven si dejamos filtrar el agua por el tejado.
• Cada uno construye su casa, todos tenemos las inclemencias del tiempo, del sufrimiento…
• Unos buenos cimientos vitales son todo lo construido con amor, todo el amor que haya podido recibir en la infancia.
• Sólidos cimientos son las actitudes evangélicas, que se traducen en obras.
• Y las obras con los más desfavorecidos .
• En ocasiones lo que hemos construido parece que se derrumba por la enfermedad imprevista. ¿Dónde quedan los cimientos?

 

Una narración popular

El ciuento nos ayuda a volver a ser como niños: tan necesario para entrar en el Reino de los cielos.
Encontramos la sabiduría del cuento de los Tres Cerditos:
• Construir la casa no solo por apariencia, sino con coherencia.
• El cerdito afanoso construye aunque los otros se burlen, sin importarle su opinión. Pone empeño, dedica tiempo…
• El cerdito trabajador no será rencoroso, y les dejará entrar en su casa en tiempos difíciles.
• Es una casa construida con tesón que es lugar de acogida y refugio para los demás

El icono es una invitación al encuentro con Dios

Desde la Antigüedad, los iconos han estado muy presentes en la vida de fe de los cristianos, especialmente, de los cristianos de Oriente. Originarios de Bizancio, la iconografía no es únicamente una imagen estética, no es una obra de arte como tal, sino que detrás de esa belleza, hay un gran misticismo. La importancia del icono no es la imagen, sino lo que esa imagen nos transmite. Para los antiguos el icono era un objeto de culto, una presencia a quien invocar y rezar, y cada uno de ellos nos transmite un misterio de Jesús, de la Virgen o de algún personaje bíblico.

El icono no suele ser muy ostentoso, todo lo contrario: es sencillo, bello, expresivo, de colores muy marcados…que nos invita a la contemplación y al encuentro con Dios.

¿Qué simboliza? ¿Qué significado tiene? ¿A qué pasaje evangélico se refiere? Son preguntas muy comunes que nos solemos hacer al verlo. Pero si nos paramos un tiempo delante de él, podremos descubrir su grandeza, la profundidad de la mirada de los personajes…El icono te invita a un diálogo con Dios. Es anuncio, camino y confianza. Es una gran experiencia.

«Habitado por el Espíritu Santo, yo mismo estoy llamado a convertirme en este icono para otros .¿quiénes son aquellos que me miran?¿Cómo les miro con la mirada de Cristo?»
Des icônes pour prier- Frère Luc

Y tú, ¿has rezado alguna vez con un Icono? ¿Cuál es tu favorito?

El corazón de Dios

En este tiempo de Pascua, en el que la vida ha vencido a la muerte, es reconfortante volver a pasar por el corazón, recordar, aquellos poetas que han llenado de luz, en algún instante eterno, con sus versos, nuestro ser y que ahora gozan de la eternidad que no conoce ocaso.

Uno de ellos, Carlos Pujol, falleció  este enero pasado. Poeta, editor, traductor, historiador de la literatura, novelista, profundamente humano. Pasó desapercibido para el gran público, no así para los que gozamos con su literatura, y para sus amigos:

Amigo, has entrado en otro tiempo, el del silencio, el de lo inexplicable, el único que para ti valía la pena vivirse desde este mundo nuestro, no menos inexplicable, pero mucho más inconvincente. Así lo dijiste: «Solo tiene verdadero interés lo inexplicable, lo que puede explicarse en seguida resulta banal

Era un hombre creyente, discreto, profundamente creyente. Su último libro, de poemas bellísimos, acaso los más hondos y verdaderos de cuantos escribió, lleva este título: El corazón de Dios. Para mí, para muchos, la obra de Carlos Pujol, tan secreta a veces, es ejemplo de finura suprema, milagrosamente sin desmayos, y de inteligencia siempre atinada en la elección de sus maestros, Saint-Simon, Balzac, Proust, Henry James o Emily Dickinson, a los que tradujo y estudió como nadie, y en la arquitectura de su propio mundo como novelista, poeta y ensayista: sencillez, humor, poesía y naturalidad. Su labor literaria, extensísima, titánica y silenciosa, fue siempre una celebración y una cita con la levedad y la gracia». (Andrés Trapiello)

El primer poema de El corazón de Dios, libro de oraciones, de salmos poéticos, en el que se dirige a Dios mismo, desde su ser poeta, es el siguiente:

No te voy a contar
nada nuevo: vivimos
en una casa demasiado llena.
con muebles, versos, chismes,
perifollos y plantas de interior,
palabras que no quieren decir nada
y soberbias locuras
para pasar el rato.
Es lo que llaman calidad de vida.
El día que nos halles estaremos
doblemente desnudos,
echando en falta en medio de la luz
el engaño a los ojos de las cosas.

Los últimos versos del libro le dicen a Dios, en ese diálogo en el que Dios calla y el poeta le comienza a oir:

Claro que un día resucitaremos,
pero ahora, esta noche, ¿no es posible?

Entre los primeros versos y los últimos, un caudal de belleza, de oración, de un poeta que estará ya gozando de la belleza de Dios. Recomiendo la  lectura del libro, para evitar entrar en el olvido, y poner a Carlos Pujol en la perennidad de la poesía eterna, que es Dios mismo.

El mismo poeta dejó escrito:

en literatura se es un clásico o no se es nada, se escribe con perennidad o para el olvido

 

Cristo el Bello II

La belleza auténtica, en cambio, abre el corazón humano a la nostalgia, al deseo profundo de conocer, de amar, de ir hacia el Otro, hacia el más allá. Si aceptamos que la belleza nos toque íntimamente, nos hiera, nos abra los ojos, redescubrimos la alegría de la visión, de la capacidad de captar el sentido profundo de nuestra existencia, el Misterio del que formamos parte y que nos puede dar la plenitud, la felicidad, la pasión del compromiso diario.

Benedicto XVI, Encuentro con los artistas, 21-XI-2007

Vigilia Pascual

En plena vigilia Pascual, mientras leían al profeta diciendo

 os daré un espíritu nuevo, arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne, os infundiré mi espíritu y viviréis

apareció sobre mi cabeza, revoloteando, una mariposa, que se posó en la lámpara de la sede. Y siguiendo su vuelo singular me distraje pensando en

que fue gusano, capullo, larva, y ahora mariposa de bellos colores…

Pensé en la transformación, en la belleza que me rodeaba,

en la tumba abandonada, en la resurreccíón, en la alegría de los campos en primavera, en las mariposas pascuales.

 

En la trasformación de la Pascua, en Cristo ofreciendo la paz.