Los límites del Estado

Con Gregorio VII se inició la lucha de las investiduras, cuyo propósito era definir quién debía nombrar a los obispos: ¿ el Papa, o el Emperador? (…) o si se permite el anacronismo, ¿la Iglesia o el Estado?

Gracias a la solución del problema en sentido favorable a la Iglesia, el Estado dejó de ser omnipresente. La civilización europea aprendió que en adelante, el Estado no debería ocupar hasta el último centímetro del espacio social. (…) El reconocimiento de la limitación competencial del Estado creó las condiciones culturales y sociales para que surgiera lo que con el paso de los siglos se denominó Estado Limitado. Así, el ideal de Occidente -un Estado Limitado, en una sociedad libre- fue posible, en gran parte, por la lucha de las investiduras.

Política sin Dios,

G.Weigel

La comedia humana – William Saroyan

Me interesa lo que hay debajo de los modales de cada clase. No me importa si una de mis criaturas es rica o pobre, brillante o lenta, genial u obtusa, con tal de que tenga humanidad, de que tenga corazón, de que ame la verdad y el honor, de que respete tanto a sus inferiores como a sus superiores.

Y si las criaturas de mi clase son humanas, no quiero que todas sean humanas del mismo modo.

Con tal de que no sean corruptas, no me importan sus diferencias. Quiero que cada una de mis criaturas sea ella misma. No quiero que seáis otra persona solamente para complacerme o para facilitar mi trabajo.

Me hartaría muy pronto de una clase llena de jóvenes damas y caballeros perfectos. Quiero que mis criaturas sean gente, todos distintos, todos especiales, que cada uno de ellos sea una variación agradable y excitan te de los demás.

Discurso de Vargas Llosa

El viernes 10 de diciembre Vargas Llosa recibía el Premio Nobel de Literatura. Días antes pronunciaba un discurso emocionado que invito a los amantes de la literatura -bueno, a todo aquel que tenga ganas de leer algo maravilloso- a que lo saboreen con calma. Aquí os dejo un pequeño fragmento. Y en el siguiente link el discurso entero: VargasLlosa

Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola.

El doctor Zhivago (II)

Hace algunos meses (tal vez ya un año) que Paco reseñó este libro. Lo cierto es que yo ya había intentado leer este libro y, posiblemente por mi situación en ese momento, lo había abandonado

Aprovechando una nueva traducción, publicada por Galaxia Gutenberg, me adentré de nuevo en la lectura de este clásico.

Poco más que decir. Una auténtica maravilla. El dolor de un pueblo. Una historia de amor que atraviesa todo este dolor y que se une a él pero sin confundirse. El amor no quiere tener nada que ver con revoluciones. O al menos con revoluciones de ese tipo.

La insignificancia de toda una revolución cuando se compara al verdadero amor entre dos personas.

El misterio de la vida, el misterio de la muerte, el encanto del genio, el encanto de la desnudez, esto, sí, lo comprendíamos.

Pero las pequeñas bagatelas del mundo, como la reconstrucción del globo terráqueo, eso, perdonad, nada tenía que ver con nosotros.

Adiós, gran amor, adiós, mi orgullo, adiós, mi rápido y profundo riachuelo, ¡cuánto amaba tu chapoteo incesante, cuánto amaba lanzarme sobre tus frías olas»

Al Este del Edén (II)

Soy muy pesado cuando un libro me impresiona. Y «Al Este del Edén» es uno de esos libros que sé que no podré olvidar. Cada página puede ser un pensamiento, una reflexión, una idea en la que pararse horas. Por cierto: nada que ver con la película que, aunque es muy buena, no es más que una décima parte de lo que el libro narra. Imprescindible.

Pues esa historia [Se refiere a la historia de Caín y Abel] me causó una impresión muy profunda, y la releí palabra por palabra. Cuanto más pensaba en ella, más interesante me parecía. Luego me puse a comparar las traducciones que poseemos y son muy similares. Pero había un pasaje que me preocupó mucho. En la versión del rey Jacobo, cuando Jehová le pregunta a Cain por qué está irritado, pone: «Y Jehová dijo: Si obraras bien, ¿no serías aceptado? Y si obraras mal, ¿Estará el pecado a la puerta? Y él siente apego por ti, y tú le domina­rás a él». Fue ese «tú le dominarás», lo que me sorprendió, porque pa­recía una promesa de que Cain podía dominar el pecado (…)

–¿No lo comprende? –gritó. La traducción popular americana or­dena a los hombres triunfar sobre el pecado, y llamáis al pecado igno­rancia. La versión del rey Jacobo contiene una promesa en «Tú le dominarás», queriendo significar que los hombres triunfarán seguramente sobre el pecado. Pero la palabra hebrea, timshel, o sea, «tú podrás», permite escoger. Acaso sea la palabra más importante del mundo, pues da a entender que el camino está abierto (….)

La milla verde

Hay muchos que piensan que Stephen King escribe literatura «de segunda». Sobre todo lo creen aquellos que no se han acercado a sus obras porque piensan que tienen demasiado «caché» como para perder el tiempo en literatura de clase «B».

Bueno, pues Stephen King también hace literatura. A veces de terror (es dificilísimo conseguir que un lector pase miedo y él lo logra con creces), y otras veces trata temas tan importantes como la Vida y la Muerte, el Sentido Último…

Para muestra un botón. Las siguientes palabras no son exactamente de uno de sus libros, sino de una película basada en su novela «La Milla Verde». Espero que ayuden a perder ciertos prejuicios.


Tengo ganas de que acabe todo esto de verdad, estoy cansado jefe, cansado de recorrer el mundo solo como un gorrión bajo la lluvia, cansado de no tener un amigo con quien estar, que me diga dónde vamos, con quién venimos y por qué. Cansado de las personas que son feas con las otras, estoy cansado del dolor que siento yo y oigo por el mundo cada día, hay demasiado dolor, son como trozos de cristal por mi cabeza, que no puedo quitarme, ¿Puedes entenderlo?»

Gracias Nano por la cita.

Tolkien-Cartas

Hoy he estado hablando con un amigo sobre la situación moral, ética… que estamos viviendo en nuestra cultura. Y he sentido la necesidad de colgar este texto.

«Soy, en efecto, cristiano, de modo que no espero que la historia sea otra cosa que una larga derrota, aunque contenga (y en una leyenda puede contener más clara y conmovedoramente) algunas muestras o atisbos de la Victoria final» (Tolkien-Cartas)

Al este del edén. John Steinbeck

¿Por qué no le habla así a mi hermano? –preguntó Adam- Él es mucho más capaz que yo.
(…)
Me has hecho una pregunta. Creo que no te la he respondido. Tal vez sea bueno o tal vez sea malo responderla. No eres muy listo. No sabes lo que quieres. No tienes orgullo ni fiereza. Permites que los demás te pisoteen. A veces pienso que eres un mequetrefe canijo que jamás llegará a ser un perro de presa. ¿Responde eso a tu pregunta? Te quiero más a ti. Siempre te he querido más. Quizá no hago bien en decírtelo, pero es así. Te quiero más.

Al este del edén de John Steinbeck