Tiempo

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Hace unos días, un amigo me dijo que él no podía vivír pensando en lo que iba a hacer al día siguiente, que vive el día a día, y que mañana será otro día.

Cuando uno tiene mil cosas que hacer, organiza toda su agenda y lo clasifica todo: de ésta a ésta hora hago esto, a tal hora hago lo otro…parece como si nos pesara el tiempo y tuviéramos que rellenar cada momento…como si cargáramos con él (no podemos olvidarnos del reloj)…y al final del día te das cuenta de que no has tenido ni un rato libre para pararte y dar gracias por lo que tienes y por los pequeños detalles del día a día.

Aprender a hacer buen uso del tiempo. Dios te da un tiempo para todo, Él mismo nos lo dice.
La clave estaría en saber descubrirlo…yo la primera.

«Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir;
su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado.
Su tiempo el matar, y su tiempo el sanar;
su tiempo el destruir, y su tiempo el edificar.
Su tiempo el llorar, y su tiempo el reir;
su tiempo el lamentarse, y su tiempo el danzar.
Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas;
su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse.
Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder;
su tiempo el guardar, y su tiempo el tirar.
Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser;
su tiempo el callar, y su tiempo el hablar.
Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar;
su tiempo la guerra, y su tiempo la paz.
¿Qué gana el que trabaja con fatiga?
Dios ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo, y ha puesto el conjunto del tiempo en el corazón del hombre, pero el hombre no es capaz de descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin. Comprendo que no hay para el hombre más felicidad que alegrarse y buscar el bienestar en su vida. Que todo hombre coma y beba y disfrute bien en medio de sus fatigas: eso es don de Dios.»

Qo 3, 1-13

Tiempo- 180º- mp3

  • Añado la canción que ha comentado Dani, que tiene mucho que ver con el tema, y que, ciertamente, es muy bonita.

El don de este día- Brotes de Olivo

La visión del otro

A raíz de esta cita «Dialogar» que nos traía María el sábado, y pensando en efectos ópticos, se me ocurre que cuando vemos esta imagen, sabemos, o nos dicen, que tenemos que conseguir ver a una mujer joven y a una mujer mayor.

ilusión óptica

Es así, es real, la imagen contiene las dos figuras perfectamente definidas. Si alguien dice que ve una tiene razón y si alguien dice que ve la otra tiene razón, pero sólo quien ve las dos puede dialogar con ambos sobre lo que ven y entenderse.

Si pensásemos que por lo general, al igual que esta imagen, las cosa en la vida no tienen por qué tener una única forma de poderse ver, incluso pueden ser correctas distintas visiones, deberíamos poner más interés, como con la imagen, en descubrir qué ve el otro para poder entablar el diálogo y llegar a una conclusión conjunta, en lugar de cerrarnos en lo primero que vemos, “una mujer joven”, y no hacer el esfuerzo de vencer las conexiones prefijadas que me llevan a ver más claramente una de las dos imágenes.

Ser luz

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El mundo de hoy, el hombre de hoy necesita luz, mucha luz blanca, que perfore el grueso manto de tinieblas que le ocultan la verdad y el bien.

La luz viene de Dios, pero viene a través de los hombres; cada uno de nosotros debe llegar a convertirse en algo así como en un reflector de Dios.

Reflectores que reciban y transmitan y, si es posible, refuercen, la luz recibida; reflectores que iluminen y orienten; reflectores que hagan sentirse más seguros a cuantos alcanzan su chorro luminoso.

Disipar tinieblas, transmitir luz, hermoso ideal. Es el ideal del mismo Jesús: «Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas» (Jn 8, 12).

Es la misión del cristiano: «Vosotros sois la luz del mundo«(Mt 5, 14). En medio de las tinieblas de la humanidad, el cristiano está llamado a encender su cerilla para que el hombre perdido encuentre la puerta de la salvación.

Los cinco minutos de Dios
Alfonso Milagro

Un poco de luz- Musical Spínola- mp3

[Cuento] Mecánica del alma

Se trata de un cuento que puedes descargar del apartado de oración de Ágora Marianista. Concretamente de la colección de cuentos varios 1-300 Desconozco quién es su autor

Dice así…

Una vez iba un hombre en su coche por una larga y muy solitaria carretera, cuando de pronto, su vehículo comenzó a detenerse hasta quedar estático. El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar qué era lo que tenía. Pensaba que pronto podría encontrar la avería de su coche, pues hacía muchos años que lo conducía; sin embargo, después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba el fallo del motor. cuneta

En ese momento apareció otro coche, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del primer vehículo dijo:
– Mira este es mi coche de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que tú sin ser el dueño puedas o sepas hacer algo.
El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo:
– Está bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues se trata de mi coche.

mecánico El segundo hombre se puso manos a la obra y en pocos minutos encontró la avería y lo pudo arrancar. El primer hombre quedó atónito y preguntó:
– ¿Cómo pudiste arreglar el fallo si es MI coche?

El segundo hombre contestó:

– Verás, mi nombre es Felix Wankel… Yo inventé el motor rotativo que usa tu auto.
Cuántas veces decimos: Esta es MI vida; Este es MI destino, esta es MI casa… Déjenme a mí,
Solo, yo puedo resolver el problema!. Al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues «esta es MI vida».
wankel

Pero… ¿Quién hizo la vida? ¿Quién hizo el tiempo? ¿Quién creó la familia? Sólo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.

Le haces falta

Reuiem por un sueño
Trailer en inglés
A raíz de una película que vi ayer, “Réquiem por un sueño”, bastante dura, se me ocurre alargar un poco más las dos últimas entradas, “Haces falta tú” y la de María “Hace falta uno” En ambos casos es “el mundo” en general el que necesita a cada uno de nosotros para avanzar, pero fijándonos ahora en una escala más concreta, es en mi alrededor más directo, donde hago falta. Muchas veces lo único que necesitan los que nos rodean es no estar solos.

Por eso doy gracias por todos los que me rodean, que destruyen el infierno de mi soledad.

Así habla Joseph Ratzinger en su libro Introducción al Cristianismo, cuando está explicando la parte del credo de “descendió a los infiernos”:

“[…] El auténtico miedo del hombre que no puede vencerse mediante la razón, sino mediante la presencia de una persona que lo ama. […] Si se diese una soledad en la que al hombre no se le pudiese dirigir la palabra; si se diese un abandono tan grande que ningún tú pudieses entrar en contacto con él, tendríamos la propia y total soledad, el miedo, lo que el teólogo llama infierno.”

Está hablando de la soledad tras la muerte, y cómo Jesús acabó con ella, sin embargo sin llegar al extremo de la muerte, podemos decir que hay mucha gente que vive en el infierno de su soledad y que sólo necesita a alguien con quien estar para no sentirse solo. Está en nuestra mano acabar con ese pequeño infierno de mucha gente.

Volviendo a la geometría.
Un vértice o punto sólo, no hace nada, se pierde en su soledad, dos en cambio crean una línea o arista y tres o más pueden construir cosas más complejas cuando se unen

geometría

“Cuando dos o más por mí os reunáis, allí estaré yo”

Hace falta uno

Siguiendo con el tema anterior de Sergio, Haces falta tú, recordaba que hace unos años en un encuentro de jóvenes en Málaga, con el lema: «Hace falta uno», montamos un vídeo con este mensaje.

Como decía Sergio, cada uno de nosotros podemos ser puntos que formamos el mundo, y por tanto, cada uno de nosotros tiene una misión que nadie va a realizar por nosotros. Hay cosas que sólo van a depender de tí, tú eres importante, y Dios confía en tí.

» En la calle vi una niña tiritando de frío,
me enojé y grite a Dios:
¿Por qué permites estas cosas?
¿Por qué no haces nada para solucionarlo?

Durante un rato, Dios guardó silencio,
pero aquella noche me contestó:

Ciertamente he hecho algo, TE HE HECHO A TÍ.»

Haces falta tú

Chami con malla superpuesta
El chami por ejemplo tiene 69.088 caras.
Al crear modelos virtuales como ahora el Chami, se emplean programas informáticos que por medio de entidades simples como son triángulos o rectángulos, representan todo tipo de superficies complejas. Se trata en parte de la aplicación del cálculo por elementos finitos para la interpolación de curvas basado en la repetición de elementos fácilmente calculables. De esta forma en un programa de modelado en 3 dimensiones, se trabaja con nubes de puntos unidos por caras (triángulos)

Cada cara la forman 3 puntos y cada punto puede participar de muchas caras, si falta un solo punto, desaparecen tantas caras como el número de puntos a los que estaba conectado el que falta, dejando un agujero en la malla común.

muestra de caras y puntos en una malla

Si pensamos que el que hizo el mundo también se valió de elementos simples (nosotros) para crear algo complejo quizá deberíamos plantearnos qué somos todos imprescindibles en esta «malla».
mundo sano mundo con agujeros
Piensa que eres un punto en el mundo tan insignificante como imprescindible.
Haces falta tú para dar la cara por el mundo
[Escuchar canción de Harijans]
Si el mundo tiene agujeros, es por todas las caras que le faltan

Gracias

Navegando por los foros de Ágora Marianista, llego a uno con este título: La oración es también dar Gracias, y una cita que me gusta:

Decir gracias es decir al otro: «me acabas de revelar que soy importante para tí, aunque sea en esto tan concreto y pequeño». Detrás de la palabra gracias se intuye amor, no en abstracto sino en pequeños momentos de la historia. Instantes mágicos que posiblemente, algunos de ellos no olvidaremos jamás.

GARCIA-MONGE, J.A. Treinta palabras para la madurez

Del latín gratia, a veces puede ser una palabra algo viciada, sin embargo, este simple vocablo alberga un valor mucho mayor del que aparenta.

Porque decir Gracias no supone ningún gran esfuerzo, y sin embargo, puede tener una gran importancia para el que la recibe. Un simple detalle es ya un agradecimiento. Y ser agradecido también es un don de Dios y algo que deberíamos cultivar con más frecuencia.

Gracias por estar ahí.
Gracias- Brotes de Olivo- mp3